El presidente de México no necesita enemigos gracias a Beatriz

CELTIBERIA SHOW

SANTIAGO J. SANTAMARÍA GURTUBAY

AMLO había salido bastante bien parado cuando exigió que su hermano Pío López y David León fueran enjuiciados como unos ciudadanos más, exigiéndoles que no solicitaran amparos dilatorios. En un video se les ve llenando bolsas de papel con dinero de origen desconocido. No obstante, ‘El Peje’ intentó echarles un capote, citando cómo se financió la Revolución Mexicana. Vergüenza ajena. La población, con las malas cifras del COVID-19 y la amenaza de mil y un tormentas tropicales desde el Atlántico y Pacífico, minimizó el nuevo caso de corrupción, dada la pobreza en sus cifras, comparadas con las de la ‘Casta Divina’ de Emilio Lozoya y Pemex. Andrés Manuel no tiene suerte con sus familiares y colaboradores gubernamentales. Y tampoco con su esposa, la intelectual, Beatriz Gutiérrez Müeller. El presidente había salido razonablemente bien librado. Para desgracia de su causa, Beatriz, mencionó en un acto oficial que Leona Vicario, 200 años antes, no había sido captada en un video entregando recursos a los héroes patrios…

Para los que creemos en las banderas de López Obrador, aun cuando no siempre estemos de acuerdo con la forma y el modo de desplegarlas, las entregas de dinero de David León a Pío López captadas por el video difundido son un verdadero batacazo. Se concede que hay muchos atenuantes frente a la comparación inevitable con los videos y documentos presentados por Emilio Lozoya; no solo en la desproporción exorbitante en las cifras entre un caso y otro, también en la escala casi industrial de parte de la élite política para saquear los recursos de la nación, como resulta evidente en la denuncia del exdirector de Pemex. El millón y medio que cambió de manos en el caso de los militantes de Morena a lo largo de más de un año son una bicoca comparado con la rapiña multimillonaria en dólares de panistas y priistas. El impacto de ambas acciones sobre los bienes públicos también contrasta notoriamente; en el caso del saqueo a Pemex representa poco menos que la ruina de la paraestatal; en el de Chiapas el efecto es nulo en la práctica, las entregas de dinero financiaron, todo indica, mítines y actos de campaña que no consiguieron cantar victoria en ninguno de los distritos electorales que se disputaba”, escribía en una columna en el periódico español EL PAÍS, el mexicano Fernando Zepeda Patterson.

Pero no hay que llamarse a engaño. León y Pío protagonizaron escenas que no dejan dudas de su ilegalidad. Los montos metidos en bolsas de papel exceden el límite de aportaciones en efectivo que permitía la ley en ese momento (poco menos de 7 mil pesos); por otro lado, David León no era funcionario pero sí consultor político del Gobierno de Chiapas, lo cual provoca preguntas legítimas sobre el origen del dinero. Y sobre el destino final, la irregularidad también es evidente: para ser utilizado en actos de campaña, como indica la conversación, tendrían que haberse registrado en los gastos reportados a las autoridades electorales. Más allá de estas probables violaciones, que serán objeto de una investigación, el sentido común es aún más contundente. Quien grabó los videos, sea con propósito de chantaje o a manera de seguro político, estaba consciente de que las escenas constituían un delito. Y no se necesita ser un genio para entender que uno de los dos que estaban en la mesa es el autor de las grabaciones (León, por lo visto). Otra cosa es saber quién filtró las imágenes; pudo haber sido algún allegado que los traicionó o un hackeo de los archivos digitales guardados, pero esa es otra discusión.

El tema está lejos de apaciguarse. En el mediano plazo seguirá su curso jurídico, en el corto plazo será objeto de una furiosa batalla en el que ambos bandos intentarán ganar la narrativa en la arena política. La oposición buscará equiparar este video con todos los anteriores para neutralizar los escándalos de corrupción que le ha dañado tanto; la Presidencia y los suyos buscarán hacer control de daños y minimizar los hechos. Un affaire con muchos ángulos, de los cuales me gustaría resaltar dos por ahora. Uno. La torpeza del equipo y de los parientes del Presidente. Más allá de la ética, lo cual no es poca cosa, lo que revela el video es una estupidez política inexplicable por parte de Pío López. Con los antecedentes de Bejarano y Ponce, ¿en qué cabeza cabe hacer un remake de aquellos videos pero ahora protagonizado por un López Obrador, así se llame Pío? ¿En qué estaba pensando? Y del otro lado, ¿qué deducir del hecho de que el Presidente escogió para sanear al corrupto sector de las medicinas a un hombre capaz de traicionar a los suyos con una grabación clandestina?

En ocasiones da la sensación de que los propios allegados son el principal obstáculo del Presidente. Gutiérrez Müeller, su compañera, intentaba con Leona Vicario mencionó en un acto oficial que Leona Vicario, 200 años antes, no había sido captada en un video entregando recursos a los héroes patrios intentaba ser un comentario sarcástico, supongo, pero fue tomado como una expresión de burla o cinismo, según se vea. Horas más tarde, aún más inexplicable para quien ha sido Ministra de la Suprema Corte, Olga Sánchez Cordero replicó el comentario con una expresión fuera de lugar para una Secretaria de Gobernación que está hablando de un posible delito electoral. El día anterior, la Secretaria de la Función Pública, Irma Sandoval, presumió la multa de casi un millón de pesos y la inhabilitación de la revista Nexos, liderada por Héctor Aguilar Camín, uno de los más conspicuos críticos del Presidente. La irregularidad cometida hace dos años durante el trámite para recibir una publicidad de 72 mil pesos, un mero tecnicismo, fue utilizado por Sandoval con una saña y una desproporción evidentes para convertir a Aguilar Camín en víctima del sistema. El timing fue igualmente desafortunado; el mismo día que AMLO festejaba probablemente su mayor victoria política en el sexenio con la exhibición de la denuncia de Emilio Lozoya, Irma Eréndira, titular de la Secretaría de la Función Pública de México  ofrecía al circo mediático un manotazo político repudiado por tiros y troyanos; una injusticia como las muchas que recibió el propio López Obrador por parte del sistema durante años de oposición. Uno tendría que asumir que con estos parientes y colaboradores, el Presidente no necesitaría enemigos.

El histriónico actor mexicano Joaquín Cosío, quien personifica a ‘Cochiloco’ en ‘El Infierno’, para mí la mejor película del director de cine Luis Estrada, ha escrito un duro tuit: “La sanción contra la revista @nexosmexico es muy peligrosa. Y sobre todo una VERGÜENZA mayúscula para AMLO y la 4T. ¿De verdad no hay nadie cuerdo entre sus seguidores? No puede creerse la magnitud de acción tan artera y cobarde. @Irma_Sandoval Si son Iguales. Es más, son peores”. Luis Estrada describe en claves de humor las prácticas de chayotes y mochadas, sin límites, durante décadas, en el seno de las élites políticas, económicas, sociales y culturales, en sus obras de obligada visión en tiempos del nuevo bandolerismo del siglo XXI, similar al que asoló a los caminos de México y España, en el siglo XIX: ‘Bandidos’ (1991), ‘La Ley de Herodes’ (1999), ‘Un Mundo Maravilloso’ (2006), ‘El Infierno’ (2010), ‘La Dictadura Perfecta’ (2014). El carnal de ‘Cochiloco’ era ‘El Benny’ interpretado por Damián Alcázar. Joaquín Cosío explotó contra la inhabilitación por un plazo de dos años y una multa por casi un millón de pesos que impuso la Secretaría de la Función Pública (SFP) a la editorial Nexos Sociedad, Ciencia y Literatura S.A. de C.V, a la cual pertenece la revista Nexos, por presentar “información falsa” en la adjudicación de un contrato en 2018. “Son peores” que el PRI. La SFP ordenó a las dependencias y entidades de la administración pública federal, empresas productivas del Estado y a los gobiernos estatales, abstenerse de aceptar propuestas o celebrar contratos con la firma editorial. Cosío repudió la sanción a la revista, a través de su cuenta en Twitter, y afirmó que es una vergüenza para la 4T y acusó que la actual administración es peor que las anteriores. “La vergüenza es que un gobierno que se dice diferente y justiciero repita las viejas mañana (sic) priistas de indagar el pasado de sus adversarios hasta encontrar “algo” que pudo haber sido un delito o no. Y en tanto esto se dilucida lo exhiben y lo hunden. Priismo puro”.

@SantiGurtubay

@BestiarioCancun

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