AMLO y Gutiérrez Müller buscan ser marca registrada

CELTIBERIA SHOW

SANTIAGO J. SANTAMARÍA GURTUBAY

Los trámites comenzaron entre abril y julio y se pagó casi 17,000 pesos por el estudio de las solicitudes. Las siglas AMLO, como marca propia, las comenzó a utilizar el presidente en 1995, periodo en el que encabezó la Caravana por la Democracia, de Tabasco a la Ciudad de México. Desde entonces ha habido quien quería registrar unas bebidas alcohólicas con las siglas AMLO. Estos problemas de ‘merchandising’ me da la sensación que han sido detectados por Beatriz. No creo que nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador tenga mucho tiempo para dedicarse a asuntos de esta técnica comercial tendentes a establecer correcciones o nuevos desarrollos a un producto, una vez que se encuentra en el mercado. ¿La intelectual Beatriz no querrá sorprendernos con algún producto AMLO, en tiempos del COVID-19 y depresión económica? Son preguntas que nos hacemos los ciudadanos ante esta vanguardista iniciativa de promoverse como marca registrada desde la presidencia de México…

 

La American Marketing Association (AMA), en su diccionario recuerda que esta palabra, ‘merchandising’ tiene dos significados distintos: Puede referirse a las actividades promocionales que los fabricantes realizan en las tiendas, tales como expositores específicos para sus artículos, o puede identificar la gestión y toma de decisiones de los minoristas respecto a un artículo o línea de artículos. Mientras que el fabricante vende un producto o conjunto de productos relativamente pequeño, el distribuidor comercializa una gama completa de productos, llamada ‘surtido’. Por otra parte, cuando el fabricante diseña su producto tiene en mente un mercado potencial muy amplio, que en muchos casos abarca diversos países. Sin embargo, el distribuidor está orientado a su zona de influencia, de donde provienen sus clientes actuales y potenciales. Así se establece la diferencia entre ‘merchandising’ del fabricante y del distribuidor. En el ‘merchandising’ del fabricante se dan acciones en el punto de venta, tanto las orientadas al comprador como las orientadas al propio establecimiento o su personal, para lograr una presencia adecuada de sus productos en el punto de venta. En el ‘merchandising’ del distribuidor se abordan las acciones del minorista en su establecimiento, que busca no sólo vender los artículos de su surtido sino también optimizar la rentabilidad de la superficie dedicada a la venta.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller iniciaron el proceso ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para registrar sus nombres y evitar que sean lucrados por terceras personas. Por medio de Alejandro Esquer Verdugo, secretario particular de López Obrador, se detalla que entre abril y julio comenzaron los trámites, por los cuales se pagó una cantidad de casi 17,000 pesos por el estudio de las solicitudes. Otro de los objetivos de esta acción es que el nombre del presidente pueda ser protegido para ser comercializado en publicidad, gestión de negocios, trabajos de oficina y administración comercial. Las siglas AMLO, como marca propia, las comenzó a utilizar el presidente en 1995, periodo en el que encabezó la Caravana por la Democracia, de Tabasco a la Ciudad de México, según informó el mandatario.

Desde el 2008 se busca registrar AMLO como una marca por otras cuatro personas para actividades deportivas, educativas, incluso para ser comercializado en bebidas alcohólicas. Por lo que, en mayo la secretaria de Economía (SE), Graciela Márquez Colín y el director del IMPI, Juan Lozano Tovar, informaron que habían personas que querían ser dueños de la marca AMLO pero que debido a la Ley de Propiedad Industrial esto se los impedía. De acuerdo con esta ley, en su artículo 90, fracción 13, no podrán registrarse los nombres, apellidos, apelativos o seudónimos de personas que al usarse puedan crear un riesgo para la asociación, inducir al error, confusión o al engaño público consumidor, a menos de que exista un consentimiento de dicha persona o sea ella misma quien lo haga. El registro del IMPI permite el derecho al uso exclusivo de la marca en territorio nacional durante 10 años. En México vamos a tener AMLO por otra década, por menos. Si algunos se había hecho ilusiones en el seno de las élites políticas, económicas, culturales, sociales… de poder trastear con esas siglas, estas son competencia exclusiva del presidente Andrés Manuel López Obrador y la ‘primera dama’ Beatriz Gutiérrez Müller. Tengo la duda sobre qué ocurrirá si la oposición multiplicara sus pancartas en contra de nuestro primer mandatario, o los periodistas y escritores utilizara en sus títulos las siglas AMLO, sin contar con el correspondiente permiso de la ‘marca registrada’. En México no estamos ‘en tiempos del virus’, exclusivamente, estamos ‘en tiempos del merchandising’. La ‘Transformación’ es una realidad. ‘Sonría por favor’, lema para el turismo de Cancún, Quintana Roo y el Caribe Mexicano. Está sin registrar todavía…

@SantiGurtubay

@BestiarioCancun

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