EL BESTIARIO
SANTIAGO J. SANTAMARÍA GURTUBAY
¿Qué hubiera sido de la isla castrista sin sus vacunas nacionales? ¿Cómo logró inmunizar a su población contra la pandemia antes de finalizar el 2021? ¿Por qué cubanos de Miami pedían la intervención de Estados Unidos en plena crisis sanitaria?
“Inicialmente llegamos a tener en ideas y diseños más de 40 posibles variantes de candidatos vacunales. En todos los casos, basados en las plataformas tecnológicas con las que contamos en nuestras instituciones”, manifestó el presidente de BioCubaFarma, Eduardo Martínez Díaz. Los resultados fueron muy positivos, las vacunas ‘Abdalá’ y ‘Soberana’ demostraron ser muy seguras y lograron eficacias superiores al 90%. Otra pregunta se hacen los ciudadanos cubanos y quienes hemos vivido en este país de América Latina y el Caribe. ¿Por qué ningún organismo internacional hizo llegar ayuda alguna a quienes protagonizaron una Revolución Socialista en 1959, todavía hoy vigente en el siglo XXI. No estamos ante una casualidad. El éxito de la biotecnología cubana responde a la experiencia adquirida, a lo largo de más de 30 años, explicaba en un artículo Eduardo Martínez Díaz. Toda esa experiencia acumulada en más de 30 años, detalló, ha servido de base para poder actuar con rapidez y llegar a tener vacunas seguras y efectivas contra el nuevo coronavirus, junto al diseño de una estrategia propia de cara a la COVID-19. Tres importantes inspiraciones hicieron posible esa nueva victoria de los ‘rebeldes’: la convicción aprendida del Comandante Fidel Castro Ruz y el General de Ejército Raúl Castro Ruz de que “sí se puede”; y el reto lanzado por el actual presidente cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez de “trabajar fuerte para tener soberanía con nuestras propias vacunas y la capacidad de lucha y victoria de nuestro pueblo…”. La estrategia se basó en tres pilares fundamentales: el desarrollo alcanzado por la Industria Biofarmacéutica cubana, con gran experiencia en la investigación, desarrollo y producción de vacunas; contar con científicos y tecnólogos experimentados, comprometidos con la patria y la Revolución y la unidad e integración entre las entidades de BioCubaFarma y de estas con el Sistema Nacional de Salud”, aseguró Eduardo Martínez Díaz.

Dijo, además, que la estrategia fue concebida en equipo, con la participación de varias entidades y centros de investigación; conciliada con el Ministerio de Salud Pública y acompañada por la máxima dirección del país. “A partir de los resultados que se han obtenido podemos afirmar que la estrategia cubana de desarrollo de vacunas contra la COVID-19 funcionó, lo que nos permitió cumplir con el compromiso de inmunizar a nuestra población antes de finalizar el 2021 con vacunas propias”. También continúan trabajando en una nueva generación de vacunas contra la COVID-19 que incremente, tanto la efectividad en evitar la infección viral como su trasmisión. “La estrategia trazada sigue avanzando y tendremos nuevos resultados”. El directivo precisó que hoy la Industria Biofarmacéutica cubana fabrica ocho de las vacunas que se utilizan en el programa ampliado de inmunización, lo que permite una cobertura de vacunación cercana al 100%, con impacto significativo en la eliminación de varias enfermedades infecciosas y la reducción de la tasa de incidencia de otras. Entre ellas la vacuna anti meningocócica BC; la vacuna contra el Haemophilus influenzae tipo B; y la vacuna pentavalente contra la Difteria, el Tétanos, la Tosferina, la Hepatitis B y el Haemophilus influenzae tipo B. “Nuestras vacunas tienen prestigio internacional como lo demuestra que cientos de millones de dosis fabricadas en la Mayor de las Antillas han sido suministradas a más de cuarenta naciones”. El Ministerio de Salud Pública de Cuba -MINSAP- informó días atrás que más de 9 millones personas ya completaron el esquema de vacunación, con los inmunógenos Soberana 02, Soberana Plus y Abdala, desarrollados en el país. La dosis de refuerzo se ha aplicado a más de 6 millones de cubanos. Desde el inicio de la pandemia, se han diagnosticado con la enfermedad infecciosa más de un millón de pacientes, de los cuales se han recuperado el 99,1%. Científicos cubanos resaltan legado de Fidel en el enfrentamiento a la pandemia que llegó de China.
Agustín Lage Dávila, asesor del Presidente de Biocubafarma, dijo que desde 1993, cuando Cuba se enfrentaba a la crisis económica de la década de los 90, tras la desaparición de la Unión Soviética, tras fracasar la denominada ‘Perestroika’ de Mijail Gorbachov, “el Comandante en Jefe definió que la ciencia y las producciones derivadas de ella debían ocupar el primer renglón de la economía nacional”. Eran tiempos del denominado ‘Periodo Especial’. Entre 1991 y 1992, cuando el país estaba abocado a otras urgencias de carácter económico y social, se creó el Polo Científico del oeste de la capital, dedicado a la biotecnología e industria farmacéutica, bajo la directa conducción de Fidel. Cuentan las anécdotas orales, que no pocos funcionarios y directivos de la época tildaron de arrestada locura la apuesta. El continuo desarrollo de la ciencia fue asumido por el comandante, como una tarea de defensa de la soberanía; al respecto explicó: “La independencia no es una bandera, o un himno, o un escudo. La independencia no es cuestión de símbolos. La independencia depende del desarrollo, la independencia depende de la tecnología, depende de la ciencia en el mundo de hoy”.
La pandemia de la COVID-19 ha significado un gran reto para la salud pública cubana, a la vez que impulsó en tiempo récord la producción de medicamentos y vacunas. En una visita que realicé hace apenas unas semanas comprobé las graves dificultades que estaban afectando a la canasta básica de los cubanos, objeto de una campaña desestabilizadora dirigida desde Miami, Florida, y con el apoyo de Washington, contra el gobierno de Mario Díaz-Canel Bermúdez. La respuesta de los cubanos en el desfile de su Primero de Mayo fue contundente en apoyo a sus dirigentes. Todo esto me evocaba al ‘Período Especial’ que me tocó vivir durante mi estancia por temas profesionales en La Habana, Cuba.
Una dirigente de Biofarma y exdirectora de un laboratorio farmacéutico no lejano a la Plaza de la Revolución, con la que me reencontré en el la Parte Vieja de la capital fue muy clara: “Nosotros fuimos capaz de hacer frente al ‘Período Especial’. Hemos pasado momentos muy difíciles en esta nueva batalla contra la pandemia y los enemigos del proceso revolucionario de Cuba, pero nadie nos va a arrebatar nuestra soberanía…”. Soberana y Abdalá son los nombres y apellidos de las vacunas contra el COVID-19. ‘Abdala’, de José Martí, es una obra de teatro de referencia en el independentismo de Cuba y uno de los textos clave del modernismo. La obra transcurre en Nubia, un país en el que, ante una amenaza extranjera, Abdala, el protagonista, decide ir a la guerra. Martí escribió esta pieza a los quince años… Abdalá es un nombre de varón de origen árabe que significa ‘servidor de Dios’, de uso frecuente entre musulmanes, aunque los cristianos de lengua árabe y siriaca lo han utilizado desde antes de la aparición del islam, no solo como antropónimo sino también como nombre de familia. El escritor e intelectual español Juan Goytisolo Gay, hizo mención constantemente a la figura de Abdalá, vivió en la ciudad santa de Marrakech, en Marruecos, junto a la plaza de Yamaa el Fna. Se levanta a escasos metros de la mezquita Kutubía, por lo que queda dominada por su alminar. Rodeando la plaza hay también varias mezquitas, más modestas, que acompañan a la Kutubía. Considerado como el narrador más importante de la Generación del último medio siglo XX e incluso el mejor novelista español de comienzos del siglo XXI, su obra abarca novelas, libros de cuentos y de viajes, ensayos y poesía. Emigró dela España dela Guerra Civil, del franquismo donde perseguido por su doble condición de comunista y homosexual. Tuvimos el placer de compartir una tertulia, con un té a la menta y unas pastas en la terraza del Café France… entre contadores de cuentos, maestros exponiendo sus enseñanzas, encantadores de serpientes, danzantes, dentistas, vendedores de zumos de fruta, acróbatas, escritores de cartas, aguadores… El 24 de noviembre de 2014 le fue concedido el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras en lengua castellana. Amaba profundamente a España y a México, también a Cuba y a su Revolución…
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